No nos paremos por lo que nos separa. Busquemos lo que nos une.
Si redujésemos el mundo a un pueblecito de cien habitantes, manteniendo las proporciones, la demografía sería esta:
60 asiáticos, 12 europeos, 5 estadounidenses y canadienses, 8 latinoamericanos y 14 africanos. 49 mujeres y 51 hombres. 18 blancos y 82 que no. 89 heterosexuales y 11 homosexuales. 33 cristianos y 67 que no.
5 poseerían el 32% de la riqueza, todos ellos serían estadounidenses..
80 habitarían en infraviviendas. 24 no tendrían electricidad, y la mayoría del resto sólo la usarían para iluminarse por la noche.
67 no sabrían leer.
Sólo uno tendría estudios universitarios.
50 estarían malnutridos, y uno estaría moribundo por inanición.
33 no tendrían acceso a agua potable.
1 estaría infectado por el VIH.
Otro más estaría agonizando.
Habría dos niños a punto de nacer.
7 tendrían acceso a Internet.
Si lo miras desde esa perspectiva, entenderás la necesidad de aceptar, comprender y de educar.
Si te has levantado hoy más sano que enfermo, tienes más suerte que el millón de personas que fallecerán esta semana.
Si nunca has sufrido una guerra, torturas , una hambruna , ni un confinamiento en solitario, tienes más suerte que 500 millones de personas..
Si puedes acudir a una iglesia, sinagoga o mezquita sin riesgo de que te acosen, detengan, torturen o asesinen, tienes un privilegio del que 3000 millones de personas no disfrutan.
Si tienes comida en la nevera, llevas ropa, tienes unos zapatos, cama, y techo, estás mejor que el 75% de la Humanidad.
Si tus padres aún viven y permanecen casados, eres un caso raro.
Si dispones de una cuenta bancaria y de algo de dinero, perteneces al 8% del mundo que en mejor situación económica está..
Si estás leyendo esto, tienes una triple suerte:
1) alguien se ha acordado de ti
2) no eres una de las 2000 millones de personas que no saben leer.
3) tienes acceso a un ordenador.
Alguien dijo: trabaja como si no necesitaras dinero, ama como si nunca te hubiesen hecho daño, baila como si nadie mirase, canta como si nadie escuchase, sorpréndete como si hubieras nacido ayer, di la verdad y no tendrás que recordar qué mentira has dicho, vive como si estuvieras en el paraíso en la tierra.
El mundo es así y nosotros tenemos capacidad para cambiarlo. Piénsalo.
